Saturday 7 September 2013

Diga "sí" a la Selección y "no" a la Ruana


"Qué le estás haciendo a ese muchacho, mi Tigre"


¿También puedo pecar, cierto? Ahora la pasión “futbolera” se me impregnó en todo el cuerpo, se me metió por debajo de la ruana y sacó el amarillo de la camiseta de mi selección para asirse fuertemente a mis huesos patrocinados por Caltrate, ahora ya quiero ser uno más de los que gritan en el estadio las sendas arengas para con el tricolor nacional.

Porque me di cuenta que soy solo un colombiano más, que critica todo pero no hace un carajo por solucionar nada, que me ufano de tener dos mares, tres cordilleras y tres huevitos pero no muevo un dedo para arreglar algo… pero sobre todo, que soy un colombiano aparente, como el resto de mi país, que ve lo importante en la apariencia y no en la esencia.

Ahora ya estoy lleno de triunfalismo patrocinado por Ricardo Urrego y todos los comentaristas deportivos que ensalzan a la selección cual caldo Ricostilla y dicen que estamos para grandes cosas, como cuando teníamos (según Pelé) la mejor selección del universo y nos sacaron como pepa de guama en ese mundialito de la esperanza, o como cuando los deportes giraban alrededor de Juan Pablo Ángel y su paso por cada equipo en el que sacara la garra.

Es que ya quiero ver a mi selección grande y poderosa como el Tigre Falcao haciendo las delicias de grandes y chicos allá en Brasil 2014, jugando como los dioses del Olimpo que son, haciendo goles al ritmo de batucadas y “jogo bonito”, correteando a las garotas por todos los moteles cercanos a la concentración (cosa que nunca pasa).

Quiero ver grande mi bandera ondeando en las tribunas del Maracaná mientras suena el segundo himno más chusco y coqueto de la creación (en serio, ¿dónde carajos fue el concurso?), quiero ponerme la camiseta, arremangarme la patita y salir a jugar todos los fines de semana con los compañeros de la oficina para así creerme un Beckham más, un Oliver Atom criollo que hace tiros de remate o de recontrachanfle, hacer goles a lo lindo y celebrarlos bailando champeta al mejor estilo de nuestros afro-seleccionados.

Ahora que ya tenemos posibilidades matemáticas muy altas de pasar de “one” al próximo mundial, mi necesidad de aparentar un amor eterno a todas las luchas de mi pueblo se hace más y más grande cada día. Ahora que todos ya estamos enterados de cuántos puntos tenemos y cuántos nos faltan pues ya podemos hacer lo que más nos gusta: soñar y beber todos de él, porque ese es el cáliz de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros para beber por la selección… haced esto en conmemoración mía.

Es que en realidad los colombianos somos muy aparentes, y pues ahora que ya se acabó la moda de dárselas de campesino (yo soy campesino, mi padre fue campesino y hasta mi iPhone es campesino) y de marchar y hacer protestas hasta en Montreal (¿?), tengo que encontrar otra manera de darle uso a mi tiempo libre más allá de criticar y soñar con tomarme otra cerveza Águila (sin igual y siempre igual)… así pues ahora seré otro “fans” (un fans, dos fans) del equipo nacional que nos llenará de orgullo en esas tierras de “ordem e progresso”.

¿Qué importa que el país se esté desmoronando, o que a Uribe lo saquen a madrazos de todas partes? ¿Qué importa que los campesinos sigan sin qué comer? ¿Qué importa que muchos se vean como una butifarra mal empacada con su nueva y flamante camiseta de la selección (apariencias hijo, apariencias)? ¿Qué importa que el T.L.C. esté a punto de acabar con la producción? ¿Qué importan todas esas “bobaditas”, si lo importante es siempre estar a la moda y la moda es ahora mi selección y beber gracias a ella?

Ayer se protestaba y se hablaba tan bonito del campesinado que era la sensación, pero ese amor es un periódico de ayer que nadie procura ya leer: “sensacional cuando salió en la madrugada, a medio día ya noticia confirmada, y en la tarde… materia olvidada, el paro es un periódico de ayer”, gracias al fútbol todo vuelve a ser normal en el mundo del amor baboso, en el país de lo aparente nada ha pasado, así en el Putumayo y otras regiones olvidadas que como capitalinos poco o nada nos interesan sigan en protestas porque no sólo tienen hambre sino que más encima les queman sus cultivos y sus semillas.

Así que gracias mi Selección Colombia, gracias a Pinturas Terinsa (la otra pintura de calidad), gracias a Cerveza M-Aguila, gracias al tiro de esquina tarjeta débito Conavi, úsala en cada esquina (lo siento, hace mucho que no veo un partido) y póngale color hermano no bolivariano a esas camisetas, píntelas de amarillo que yo se las coloreo.

Y por último recuerden prenderle velitas a la moza del Bolillo, sin ella no estaríamos ad portas de "la cita orbital".

P.D.: Sigo siendo “fans” de Falcao, es taaaaaaan lindo…

2 comments:

  1. hijo de puta la ruana la tenemso todos adentro y el paro es una realidad que debe ser de todos pobre babosos que esusted imbecil demi erda

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    1. Al menos debería aparentar escribir bien o al menos tomar un cursito on-line de redacción... Hay que aprobar el segundo de primaria para aprender a leer y luego haga un curso libre en el Instituto Meyer para que entienda la siguiente frase:

      "Sarcasm is not allowed in your country"

      P.D.: ¿Usted tiene la ruana adentro? Con razón escribe tan extraño y con tanto afán...

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